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Cómo escribir historias de acción

Actualizado: 14 ago 2023




Las historias de acción pueden pertenecer a muchos géneros diferentes, desde la ficción de espionaje hasta la alta fantasía. Independientemente de esto, cualquier historia basada en la acción debe contener determinados elementos, que son los que la harán funcionar. El motivo es que todas ellas dependen de la acción. Esto quiere decir que buscamos un ritmo rápido, escenas impactantes y, probablemente, muchas sorpresas. Y en este sentido no importa tanto que la ambientación, el conflicto o los persoanjes pertenezcan a géneros tan dispares como la romántica, el terror o la novela histórica. Hoy hablamos de historias de acción y de escenas de acción.



Características esenciales de las historias de acción


Una nota antes de empezar con los elementos esenciales de las historias de acción: incluso The fast and the furious contiene momentos valle. Las lectoras de acción buscan adrenalina literaria, pero no pueden mantenerse en lo más alto de la escala emocional durante una novela completa. El motivo es simple: resultaría agotador. Así que:


Aunque estés escribiendo una historia de acción, recuerda bajar el ritmo de vez en cuando.


1 Cuanto más breve, mejor


Las escenas de acción deben ser cortas. De hecho, hasta las frases de las escenas de acción mejoran la sensación de urgencia y tensión cuando están formadas por pocas palabras. O sea, que escenas cortas, frases cortas.


En este sentido, las palabras con muchas sílabas y los términos enrevesados o muy complejos no van a ayudarte. A la acción le gusta más el vocabulario básico pero preciso.


Piensa en una flecha que atraviesa el corazón de un personaje y lo mata.


¿Qué crees que funcionará mejor?


A.- Una larga descripción acerca del zumbido del aire al paso de la saeta de fino bambú afilado por manos expertas que hiende la carne blanda del guerrero.


B.- Algo del estilo: su corazón se detuvo de repente. Su rostro mostró sorpresa. Ni siquiera había oído el zumbido de la flecha.


Dicho esto, hay momentos en los que puedes permitirte usar un lenguaje más pausado y bello. Por ejemplo, cuando la acción se detiene. De hecho, que haya un cambio en el tipo de lenguaje que usas en tus escenas de acción es bueno. Así, las lectoras lo notarán y sabrán que se avecinan persecuciones, bombas, tiros o estupendas escenas de sexo. Cada tipo de historias de acción obedece a su propia temática.


O sea, que es buena idea escoger dos tipos de sintáxis: más compleja para momentos reflexivos y más simple para la acción pura y dura. Esto hará que tu público sepa cuando puede relajarse y cuando le espera una buena dosis de tensión.


2 Pon el foco en las consecuencias


Las escenas de acción funcionan cuando ponen en jaque algo que importa a los personajes y a las lectoras. Por ejemplo, si tu escena de acción es una batalla, lo que suceda en ella afectará al resultado de la guerra pero, sobre todo, a la integridad física de tu protagonista, que incluso puede perder la vida.


En el mejor de los casos, la escena de acción puede poner en peligro la capacidad del personaje para llevar a cabo sus objetivos.


En Hijos de la anarquía, el personaje de Tara, la esposa de Jax Teller, pierde definitvamente el norte cuando unos secuestradores tienen la mala fortuna de romperle la mano. Como es cirujana, este pequeño accidente afecta a su futuro y a su carrera.





Hijos de la Anarquía es una serie de acción en la que hasta la más nimia subtrama está llena de violencia y más acción. En muchos casos justificada, como en este.


Ten en cuenta, pues, las consecuencias de tus escenas de acción. La tensión y la emoción de una pelea se basan en las consecuencias. A nadie le interesa especialmente cuánta sangre sale disparada de una herida de metralla. Es mucho más jugoso poner el foco en lo que esa herida de metralla significa para quien la sufre, para su entoro más cercano y para el mundo en general. Salvo que hagas body horror. En ese caso, sumérgete en el gore, la sangre y el dolor: tus lectoras esperan que lo hagas.


En realidad, este consejo vale para historias de acción y para todo tipo de narrativa. La lectora necesita apreciar cómo cada evento, ya sea acción, discurso o simplemente nueva información, impacta en unos personajes que le importan.


Esta es la razón por la que tantas historias de espionaje comienzan con un capítulo equivalente a una sesión informativa: cuanto mejor comprenda la lectora lo que está en juego en la historia, más interesada ​​estará.


Dado que las historias de acción deben mantener la tensión y emoción durante todo su desarrollo y no solo en las escenas de acción específicas, hay que lograr que las lectoras valoren cada nuevo elemento que añadimos a la narración. Cuando se presenta un nuevo personaje, su relevancia debe quedar clara desde el principio: ¿y si resulta que este nuevo personaje traiciona a la protagonista? ¿Es capaz de afectar negativamente a la trama?


3 La ausencia de acción también vale tanto como sus consecuencias


Cuando se escriben escenas de peleas, podemos acudir a descripciones físicas y detalladas que pongan de relieve hasta qué punto la pelea es peligrosa: la antagonista acerca un cuchillo a la garganta de la protagonista y la lectora entiende a la primera que eso podría acabar muy mal.


Ocurre lo mismo con las escenas de no acción. Cuando la antagonista o la protagonista deciden no hacer algo, la lectora debe saber qué consecuencias tendrá eso que no hacen.


Johnny Lawrence en Karate Kid I hace caso a su sensei y ataca la pierna herida de Daniel Larusso en el combate final. Esa es la acción que lleva a cabo. La acción que no lleva a cabo es la de negarse a actuar de mala fe. Hay motivos para que no lo haga, todos ellos relacionados con el conflicto interno del personaje. El modo en que se mueven las cámaras y lo que deciden mostrarnos hace muy evidente que Lawrence no quiere pegar a Larusso en su pierna herida, pero Johhny traiciona su propio sentido de la ética y eso permite que Karate Kid I termine con un mensaje moral muy claro (y con la patada de la grulla, que marcó a toda una generación).





4 Añade una filosofía central


Casi todas las personas sostienen una serie de creencias sobre la condición humana y la mayoría de las historias también. Sean historias de acción o no. «La gente es básicamente buena» es un ejemplo del tipo de filosofía o creencia al que nos referimos. Otro ejemplo sería la creencia de que, dada una situación lo bastante complicada, cualquier persona escogería su propio interés. Para escribir escenas e historias de acción, que exista una filosofía central de este tipo es clave.


En Los juegos del hambre de Suzanne Collins, la filosofía central es «la guerra destruye la inocencia». La mayor parte de la trilogía se desarrolla a través de personajes que han sido dañados por alguna forma de combate. Haymitch Abernathy se ha vuelto adicto, Finnick Odair suspira por un amor perdido, e incluso la protagonista, Katniss Everdeen, se separa cada vez más de sus emociones y humanidad.


La filosofía central de la que estamos hablando no sirve para definir completamente a los personajes de las historias de acción, pero sí sirve para vincularlos con los eventos de la historia. Cuando hacemos que las lectoras entiendan una idea sobre la condición humana como una «regla» en la historia, podemos trabajar los personajes y sus decisiones a través del modo en que se relacionan con esta regla.


Ten en cuenta que las escritoras definimos lo que las lectoras sienten acerca del mundo de nuestra obra. Por ello, la clave de una filosofía central está en redefinir lo que las lectoras deben admirar y detestar en los personajes.


¿Recuerdas Lost, la serie que nos volvió locos entre 2004 y 2010? Hay un momento en el que Benjamin Linus, uno de los villanos de la serie, dice en voz alta algo que tiene mucho que ver con esto: los buenos habian matado ya a varios de los malos y los malos no habían matado a nadie. Como espectadora, aquello me hizo plantearme si de verdad los buenos, que eran los protagonistas con cuyas aventuras llevaba obsesionada varios años, eran buenos de verdad.


Ocurre exactamente lo mismo con John Wick, al que definimos frente a un conjunto de valores sesgados. Esto influye en cómo percibimos lo que hace. Vale, han matado a su perro, pero ¿seguro que eso justifica una masacre?


5 Escribir escenas de acción en historias de acción


La clave para escribir una gran historia de acción tiene que ver con la comunicación efectiva.


  • Primero, debes comprender el objetivo central de tu historia.

  • Luego debes concentrarte en cómo los eventos, el diálogo y las acciones afectan ese objetivo.

  • Después debes comunicar esta relación de manera clara y frecuente a tus lectoras. La frecuencia es importante. Si las lectoras pierden de vista los motivos por los que las cosas son importantes, la sensación de tensión se perderá.

6 reglas extra para escribir escenas de acción




1 Toda escena de acción debe hacer avanzar la historia


La primera regla para escribir peleas (o cualquier escena de acción en general) es asegurarse de que la historia avance gracias a ellas. Di no a las escenas de lucha gratuitas que solo muestran coreografías o habilidades de escritura. A tus lectoras no les importa que conozcas la diferencia entre un mangual y un mayal, lo que les importa es el resultado de la pelea por lo que este supone para los personajes y para la historia.


Para averiguar si tu escena de acción hace avanzar la historia, bórrala. A continuación, lee la escena anterior y después la posterior. ¿El texto tiene sentido tal cual? Entonces la pelea, o la persecución o la increíble noche de sexo sobra.


Pero ten en cuenta que «tener sentido» se aplica también a las emociones y conflictos internos de los personajes. Si una pelea afecta psicológicamente a un personaje de manera que eso tiene impacto en la trama, la pelea se puede quedar.


2 Tus escenas de acción deben importar


No nos gustan las escenas de relleno. A nadie le gustan las escenas de relleno. Para evitarlas, puedes hacerte la siguiente batería de preguntas antes de escribirlas:


  • ¿Por qué sucede esta pelea?

  • ¿Quién lucha?

  • ¿Qué ha llevado a los contendientes a enfrentarse?

  • ¿Cuáles son los posibles resultados para ambas partes?

  • ¿Cómo afectarán las consecuencias de la pelea a los personajes y la historia?


Se objetiva con las respuestas y recuerda que algunos géneros, como la fantasía y la ciencia ficción, admiten muchas más escenas de acción que otros.


3 Procura que ayuden a la caracterización


Hay personas, como la que escribe este artículo, que se aburren mortalmente en las escenas de acción pura. Cuando una película de acción empieza con una escena trepidante, no puedo parar de bostezar. Para tu desgracia, no soy la única. El mundo está habitado por unos cuantos millones de personas y algunos de esos millones reaccionan como yo.


La buena noticia es que los otros millones (los que disfrutan con el cruce de disparos incesante) no suelen quejarse si una escena de acción va sazonada con algunos ingredientes extra.


Uno de esos ingredientes puede ser la caracterización. Puedes usar las peleas (o el sexo, o la escalada, o lo que sea) como una manera de explorar a tus personajes. Para ello, intercala en dichas escenas información como:


  • ¿Por qué el personaje toma las decisiones que toma en la pelea?

  • ¿Qué nos dicen esas acciones de quién es?

  • ¿Cómo impacta cada elección en sus metas internas y/o externas?

  • ¿Este conflicto concreto está acerca o aleja al personaje de sus objetivos? ¿Cómo?

  • ¿Qué hay en juego para cada personaje? ¿Qué están dispuestos a ganar? ¿Qué perderán?

  • ¿Qué tipo de luchador es el personaje? ¿Cuáles son sus capacidades físicas o mentales? (Recuerda que no todos los protagonistas serán asesinas entrenadas, así que pueden equivocarse mientras están peleando (o escalando o lo que sea).

Usa la escena de acción para revelar información necesaria sobre los personajes. Asegúrate de que la lectora tiene acceso al alma del personaje y no solo a sus habilidades de lucha.


Tus personajes pueden estar luchando por venganza, por amor, para proteger algo o simplemente para divertirse. Cualquiera que sea la razón, la escena de la pelea debe tener sentido según quién participe en ella.


Piensa también en el impacto de una pelea a largo plazo. Muy pocas escritoras han experimentado en primera persona el tipo de violencia sobre la que escribimos. Recibir un disparo implica un trauma físico y mental con consecuencias duraderas.


El cuerpo humano, aunque es resistente, no es invencible. Y esto vale tanto para el ganador como para el perdedor de tus peleas. Tenlo en cuenta.


4 No dejes que las escenas de acción entorpezcan el ritmo de la historia


Parece un contrasentido, pero no lo es. Si las escenas de acción no tienen en cuenta las tres reglas que acabamos de mencionar, muchas lectoras se las saltarán. Para evitarlo, puedes acudir a trucos sencillos y muy efectivos:


  • Escribe frases más cortas. Las oraciones más cortas son más fáciles de digerir. También aceleran el ritmo de una historia.

  • Mezcla acción con diálogo. No te limites a escribir largas descripciones de lo que está sucediendo.

  • No te concentres demasiado en lo que sucede dentro de la mente del personaje. La introspección ocurre antes y después de una pelea, no mientras está pasando.

Recuerda el comienzo del artículo: una pelea corta es mejor que una que dure doce páginas.


5 Transmite la acción a través de los 5 sentidos


La mayoría de nosotras nos limitamos a usar el sentido de la vista. Usar los 5 sentidos a la hora de escribir es una de las técnicas básicas de la regla muestra no cuentes.


Para que una escena de acción sea realmente inmersiva, las escritoras profesionales hacen uso de todos los sentidos. O al menos de varios de ellos. Si quieres que una batalla sea especialmente brutal, no bastará con decir que hay sangre, tus lectoras tendrán que olerla y saborear su regusto a hierro. Habrá que oír como entrechocan las espadas, como las vísceras se resbalasn hasta el suelo. Habrá que sentir el frío del acero atravesando la piel.


Y el equivalente para el sexo, claro que sí.


La vista es el sentido de referencia cuando se describe prácticamente cualquier cosa. Queremos que el lector sea capaz de «ver» el mundo que hemos construido y los personajes con los que lo hemos poblado, pero recuerda que un exceso de detalles visuales ralentiza el ritmo, mientras que exponer los detalles justos lo acelera.


Echa un vistazo a estos ejemplos de los 5 sentidos en una escena de pelea:


  • Dolor ardiente por ser apuñalado

  • El frío mordisco de un hechizo de hielo

  • Pavimento que raspa la piel cuando alguien cae al suelo

  • El chasquido de costillas al romperse

  • Zumbidos en los oídos de tu protagonista cuando lo golpean en un lado de la cabeza

  • El latido constante de un corazón bombeando adrenalina.

  • El leve roce de un paso que se acerca sigilosamente en la oscuridad.

  • Puro terror de un disparo en un mercado lleno de gente

  • El olor a cabello chamuscado de una bola de fuego que tu protagonista estuvo a punto de no esquivar.

  • Perfume que le recuerda a tu héroe su amor, inspirándolo a luchar con más ahinco.

  • El olor de la pólvora cuando se dispara un arma de fuego

  • Arena que se mete en la boca del antagonista cuando el protagnista se la lanza a la cara para despistarlo.

  • El hechizo de un nigromante que llena el aire con el sabor de la muerte.


6 Revisa tus escenas de acción más que ninguna otra escena


Cuando edites tus escenas de acción, ten en cuenta lo siguiente:

  1. No necesitas escribir una lista de todos los golpes que se dan, de todas las veces que el conductor pisa el acelerador ni de todos los pasos temblorosos que se dan para alcanzar una cima.

  2. Elimina el lenguaje florido. Las palabras sobrantes hacen trizas el ritmo de tu historia. Cuantas más de estas elimines, tanto mejor.

  3. Céntrate en un par de personajes o tres. Si cuentas lo que sucede a cada gladiadora en la arena, tus lectoras se harán un verdadero lío.


Y como la regla principal a la hora de escribir todo tipo de escenas es que es mejor mostrar que contar.


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