Escribir personajes que salten de la página y se queden contigo mucho después de cerrar el libro no es tarea fácil. Se trata de una tarea que va mucho más allá de darles un nombre y una ocupación. ;¿Qué pasa con sus miedos, sus sueños, y hasta con lo que guardan en los bolsillos. Aquí es donde entran en juego las fichas de personaje, esa herramienta esencial que muchas autoras de renombre usan para darles vida. Pero, seamos sinceras, a veces llenar estas fichas puede parecerse más a hacer los deberes que a una parte emocionante del proceso creativo.
Así que me puse a pensar: ¿hay otra manera de hacer esto? ¿Podemos conocer a nuestros personajes de una forma que sea tanto útil para nuestra historia como divertida para nosotras? Y Resulta que sí, así que he recopilado algunas ideas frescas y alternativas que mantendrán tus dedos sobre el teclado y tu corazón latiendo al ritmo de tus personajes.
Desde organizar una cena hasta imaginar la autopsia de un personaje, cada uno de estos ejercicios te invita a explorar las profundidades de tus protagonistas y secundarios de formas que quizá nunca habías considerado.
Acompáñame en este artículo mientras buscamos juntas formas innovadoras de dar vida a nuestros personajes, probando métodos que son todo menos aburridos. Porque lo que realmente queremos es escribir personajes reales, complejos y memorables, sin que el proceso nos saque de quicio.

Índice del artículo
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Qué son las fichas de personaje
Las fichas de personaje son herramientas de planificación y desarrollo que utilizan muchas escritoras de ficción para construir y organizar las características de los personajes dentro de una historia.
Funcionan como una especie de perfil o dosier en el que se recopila información esencial sobre cada personaje, incluyendo aspectos físicos, psicológicos, históricos y relacionales.
Este recurso permite mantener la coherencia de los personajes a lo largo de la obra, lo que facilita la creación de personajes complejos y multidimensionales que contribuyan de manera significativa al desarrollo de la trama y la profundidad emocional de la narrativa. Al emplear fichas de personaje, las autoras se aseguran de que cada personaje posea una identidad bien definida, con motivaciones claras, evolución a lo largo de la historia y una interacción coherente con otros personajes y el entorno que los rodea.
Las fichas de personajes son documentos vivos; es decir, pueden y deben evolucionar a medida que la historia se desarrolla. No es raro que una escritora vuelva a estas fichas para añadir nuevos detalles o modificarlos conforme avanza en su proyecto de escritura.
Contenido de las fichas de personaje
ya lo decíamos más arriba; las fichas de personaje permiten consolidar y organizar los detalles importantes sobre cada personaje, asegurando que se mantengan consistentes a lo largo de la historia.

Para cumplir su función con efectividad, los expertos recomiendan que cada ficha contenga los siguientes datos. Y sí: solo de ver la lista se te puede hacer mkuy cuesta arriba, como a mí. Por eso, en la segunda parte del artículo hablaremos de las alternativas a las fichas de personaje. Alternativas divertidas, que implican escribir y que, si las colocas todas juntas, su resultado también es una ficha de personaje.
10 tipos de contenido que deben incluir las fichas de personaje
Información básica: incluye el nombre, edad, fecha de nacimiento, lugar de origen, ocupación, y cualquier otro dato básico que defina al personaje.
Descripción física: detalla el aspecto físico del personaje, como altura, peso, color de ojos, cabello, y particularidades como cicatrices, tatuajes, o maneras de vestir que lo hagan único. Todos estos rasgos caen dentro de la primera dimensión del personaje.
Personalidad: describe los rasgos de personalidad, hábitos, gustos, disgustos, miedos, metas, y motivaciones. Este apartado ayuda a comprender qué impulsa al personaje y cómo reaccionaría ante diferentes situaciones.
Historia personal o trasfondo: incluye antecedentes familiares, educación, experiencias significativas, relaciones pasadas, y cualquier evento que haya moldeado al personaje hasta convertirlo en quien es dentro de la narrativa.
Relaciones: describe las relaciones del personaje con otros personajes importantes en la historia, incluyendo amigos, enemigos, intereses amorosos, y familiares. Este apartado puede incluir cómo se conocieron, la naturaleza de su relación, y cómo esta relación afecta la trama. Es el apartado perfecto, en la ficha del protagonista, para empezar a trabajar a los personajes secundarios.
Evolución: analiza sobre cómo el personaje cambiará o crecerá a lo largo de la historia. Es importante considerar su arco de desarrollo, desde el inicio hasta el final de la narrativa.
Voz: define la manera en que el personaje habla y se comunica. Incluye modismos, acentos, y cualquier otra particularidad que distinga su manera de hablar de la de otros personajes.
Objetivos y conflictos: identifica los objetivos principales del personaje dentro de la historia y los conflictos internos o externos que enfrentará para alcanzarlos. Esto es crucial para desarrollar la trama. Hablamos de ello en este curso gratuito.
Secretos y miedos: secretos que el personaje guarda y cómo estos influyen en su comportamiento, así como sus miedos más profundos y cómo estos afectan a sus decisiones.
Influencias literarias: puede ser útil documentar personajes de otras obras que hayan servido de inspiración para la creación de tu personaje. Al fin y al cabo, tener a mano la manera de hacer de las maestras siempre viene bien.
Problemas de las fichas de personaje
Me refiero a problemas con los que yo misma me he enfrentado y que me hacen desconfiar un poco de la validez universal de las fichas de personaje.
Soy muy consciente de que si existen es porque son útiles. Sin embargo, como siempre digo, que les sirvan a muchas escritoras no quiere decir que tengan que venirnos bien a todas. A mí me bloquean por estas razones:
En primer lugar, cada vez que me pongo a rellenar una de estas fichas, me da la sensación de que estoy creando personajes de plástico. No hay nada más fácil (ni más aburrido), que poner palabras dentro de cajas. Lo difícil, cuando tienes esas cajas delante, es pararse a pensar en cómo se relaciona cada una de ellas con las demás. En mi caso, esto desemboca en personajes acartonados que sobre el papel parecen perfectos, pero luego, en la historia, no se desenvuelven bien.
Si dentro de ti hay una escritora brújula, puede que el acto de detallar meticulosamente cada aspecto de un personaje antes de comenzar a escribir la historia te resulte forzado y limitante.
Y, por último, mi mayor problema es el aburrimiento. Aunque para muchas escritoras crear fichas de personaje forma parte del proceso de escritura, lo que a mí me motiva de verdad para escribir es precisamente eso: escribir. Así que rellenar formularios me saca de mis casillas, hace que mi atención se disperse y termino con personajes mucho menos trabajados de lo que me gustaría.
Por eso te traigo hoy estas 5 alternativas a las fichas de personaje.
5 alternativas a las fichas de personaje
Antes de nada, una pequeña advertencia. Hablo de alternativas a las fichas de personaje, pero en realidad esos ejercicios son maneras de rellenar esas fichas sin necesidad de acudir al formato formulario.
Todo lo que viene a partir de ahora son ejercicios de escritura que adoptan formas diferentes. Hacerlos lleva su tiempo, no te engaño. De hecho, todo lo que tiene que ver con escribir una novela va a ocupar cierto tiempo. Este no es un trabajo que se haga de un día para otro.
Ahora bien, las ventajas merecen la pena. ¿Por qué? Porque hacer cualquiera de estos ejercicios te ayudará:
A crear personajes más orgánicos.
A recopilar materiales que luego podrás utilizar en la promoción de la obra.
A visualizar la historia un poco más allá del siguiente paso (incluso si eres brújula).
A enriquecer tu mundo y tu trama
A convencer a tus lectoras de que sabes lo que te haces.
Y esos 5 ejercicios alternativos son:
1 Redacta la autopsia de tu personaje
No hace falta que muera en tu novela, pero en algún momento morirá. Redactar su autopsia te permite saber no solo cómo murió, sino también cómo vivió: si se hizo heridas relevantes, su estado de salud, lo último que comió, etc.

Para que te hagas una idea, una autopsia, también conocida como examen post-mortem, es un procedimiento médico detallado que se realiza para determinar la causa de la muerte de una persona y las circunstancias de la misma. En este artículo encontrarás muchos más detalles. Durante una autopsia, se recopila una amplia gama de información sobre el cuerpo del fallecido, que incluye:
Examen Externo: incluye la inspección de la superficie del cuerpo para identificar características como cicatrices, tatuajes, y signos de enfermedad o lesiones recientes o antiguas.
Examen interno: implica la apertura del cuerpo y el examen de los órganos internos. Se observa el estado de cada órgano para identificar posibles patologías que pudieran explicar la causa de muerte. Esas patologías son un hilo perfecto del que tirar para determinar qué tipo de vida vivió. Sobre todo porque te permiten inventarte la historia de cómo y cuándo surgieron. Algo mucho más difícil que con una simple ficha de personaje.
Toma de muestras: se recolectan muestras de tejidos, fluidos corporales (como sangre, orina, y líquido cefalorraquídeo), y a veces gases presentes en el cuerpo en el momento de la muerte para realizar análisis toxicológicos, microbiológicos, y químicos. Si estás escribiendo terror, esta parte de la historia puede serte de lo más útil.
Estudio del cerebro: en algunos casos, se extrae y examina el cerebro para identificar enfermedades neurológicas o lesiones.
Análisis toxicológico: busca sustancias tóxicas o venenos, así como niveles de medicamentos y alcohol en el cuerpo, lo cual puede ayudar a determinar si estas sustancias contribuyeron a la muerte. Y a ti te dan muchos datos sobre los hábitos de tu personaje.
Documentación e informe: todas las observaciones se documentan meticulosamente, incluyendo descripciones detalladas y mediciones de los hallazgos. También se pueden tomar fotografías durante el procedimiento para fines de documentación. Al final del procedimiento, el patólogo prepara un informe de autopsia que resume los hallazgos y ofrece una opinión sobre la causa de muerte. Esta documentación es la que podrás usar al final como parte de la promoción de tu obra o como parte de los extras de una preventa, si es el caso.
2 La habitación abandonada
Diseña una habitación que tu personaje acaba de dejar. ¿Qué objetos dejaronó atrás? ¿Está organizado o desorganizado el espacio? Esto puede ofrecer insights sobre el estado mental del personaje, sus prioridades y su estilo de vida.
De hecho, el ejercicio de la habitación desocupada o abandonada está diseñado para ayudarte a a profundizar en la psicología y el trasfondo de tus personajes a través de la descripción detallada de un espacio personal que han dejado atrás. Este ejercicio no solo revela aspectos físicos del entorno, sino que también ofrece una ventana a la vida interior y las prioridades del personaje.
El objetivo es utilizar los objetos y la disposición de la habitación para reflejar rasgos de personalidad, hábitos y peculiaridades del personaje. Además, los elementos presentes (o ausentes) en la habitación pueden indicar experiencias pasadas, relaciones y eventos significativos en la vida del personaje. Por su parte,el estado general de la habitación puede reflejar el estado mental y emocional del personaje en el momento de su partida.
Este será uno de los ejercicios que hagamos en el curso El secreto de los personajes tridimensionales de La Escribeteca. por supuesto, explicado en profundidad y con preguntas guía que incluirán simbolismo, trasfondo y mundo interior.
3 La intervención
Puedes empezar desde cero o centrar este ejercicio en un momento crítico de tu trama en el que los personajes secundarios ponen contra las cuerdes a tu protagonista respecto a un problema significativo o un comportamiento dañino. Esto revelará conflictos internos, dinámicas de poder y vulnerabilidades emocionales.

Los objetivos del ejercicio, de hecho, son cuatro:
Explorar relaciones y dinámicas interpersonales: utilizar la intervención para revelar cómo los diferentes personajes perciben al personaje intervenido, sus relaciones mutuas y las tensiones subyacentes. Mucho mejor que rellenar una ficha en la que digas (en lugar de mostrar) cómo se relacionan los personajes.
Revelar conflictos y motivaciones: la intervención puede servir como un catalizador para exponer conflictos internos del personaje principal, así como las motivaciones y preocupaciones de los personajes secundarios.
Desarrollar la profundidad del personaje: este ejercicio ofrece una oportunidad para profundizar en la complejidad emocional y psicológica de los personajes, ya que muestra cómo reaccionan bajo presión o cuando se sienten acorralados.
4 El bolso robado
Quizá hayas oído hablar de este ejercicio porque es muy conocido. La idea es que alguien le robe el bolso, la mochila, el zurrón o la maleta a tu personaje (todo dependerá de tu ambientación y del género que hayas escogido). ¿Qué encontrará dentro?
Puede parecer un ejercicio simple y poco profundo, pero piensa en ello por un momento: todas llevamos en el bolso (y a veces hasta en el bolsillo) cosas que usamosa diario, objetos completamente inútiles y hasta trastos que una vez metimos allí por una buena razión y que se nos olvidó que llevábamos. Te diré, de hecho, que por culpa de uno de estos últimos nos retuvieron una vez en el aeropuerto de Atenas. Al parecer, mi marido había olvidado una llave inglesa pequeña en el bolso y esta se había quedado oculta en los pliegues del forro. Explicarlo nos llevó su tiempo.
También llevamos cosas a las que nos sentimos apegados, recuerdos, las llaves (que pueden ser mcuhas o pocas). Las oportunidades de mirar dentro del bolso de tu protagonista son infinitas.
5 organiza una cena importante
En fin, no la organizas tú, sino tu protagonista. Para que funcione, es buena idea que la cena sea de compromiso y que en ella deban estar otros personajes. Quizá su jefe, sus subordinados, perosnas que le caen bien y otras a las que detesta.
El ejercicio consiste en describir la preparación de la cena, los temas de conversación y la dinámica entre los invitados. Este escenario revelará cómo se ve tu personaje a sí mismo, sus intereses, y cómo interactúa socialmente.
Esta alternativa a las fichas de personaje no es más que una dinámica de grupo. Te dejo este documento con información sobre dinámicas de grupo. Seguro que le encuentras buenos usos y que se te ocurren nuevas formas de desarrollar las tres dimensiones de tus personajes sin recurrir a las fichas.
Y hasta aquí el artículo de hoy. Espero que ahora tengas muchas más herramientas para crear personajes tridimensionales. Si necesitas poco más de ayuda, ya sabes donde puedes encontrarla:
El curso está disponible en cualquiera de los planes de pago de La Escribeteca. Si necesitas información acerca de cómo funcionan, haz clic sobre la imagen o escríbeme a escribeteca@gmail.com
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