Nosotras vamos a llamar argumento de una novela al pegamento que mantiene unidos los hechos de una historia. O, en otras palabras, los motivos por los que esos hechos suceden.
En una novela los acontecimientos suceden por un motivo, las acciones deben ir seguidas de reacciones lógicas. Aunque esa lógica no sea la misma que rige nuestras vidas.
Si echas un vistazo a este artículo, verás que el argumento de una novela es uno de sus pilares fundamentales. Si no hay argumento, no hay novela, pero, ¿qué es el argumento?
¿Por qué lo llamamos argumento y no trama?
En muchos sitios se dice que el argumento es lo que pasa en la novela, la trama, los acontecimientos. En algunas webs incluso se identifica el argumento con el tema de la novela.
Es lógico que exista esa confusión. Al fin y al cabo, «argumento» se usa como sinónimo de historia en la escuela. Pero la idea es dar un paso más y manejar los términos de la narrativa. Así que, a partir de ahora, ten esto en cuenta.
Lo que sucede en tu relato, los acontecimientos que llevan al protagonista de un lado a otro son LA HISTORIA.
El argumento es el poder en la sombra, lo que hay tras esa historia y hace que se mantenga en pie.
Argumento equivale a motivos. El argumento son los motivos, las causas y consecuencias que hacen que ocurran unos hechos y no otros en tu historia.
Un buen relato, una buena novela, necesita las dos cosas: HISTORIA Y ARGUMENTO.
¿Puedes escribir una historia sin tener en cuenta el argumento?
Claro que sí. En el primer borrador de la novela puedes escribir sin control y, cuando repases, ya tendrás tiempo de analizar si todo lo que has escrito tiene sentido.
De hecho, es muy recomendable, si quieres escribir rápidamente el primer borrador de tu novela, que te centres en lo principal, en los hechos. Luego, en posteriores revisiones, tendrás que asegurarte de que lo que has escrito se sostiene. Es entonces cuando se revisa paso a paso el argumento.
Ejemplo de argumento
Pongamos el ejemplo de Caperucita, que usa todo el mundo porque es un cuento muy sencillo y con pocos pasos intermedios.
Historia de Caperucita
La historia, tal como hemos dicho, son los hechos: una madre manda a su hija a casa de su abuela. Para llegar allí, cruza un bosque peligroso. Se encuentra con un lobo que, mediante artimañas, la engaña, llega a casa de la abuela antes que la niña, devora a la abuela y luego devora a la niña.
Argumento de Caperucita
Una madre manda a su hija a casa de su abuela porque la abuela está enferma y hay que llevarle comida. De camino tiene que cruzar un bosque y allí se encuentra con un lobo que la engaña porque se la quiere comer. El lobo va a casa de la abuela, la devora y luego devora a la niña porque ha trazado un plan que incluía ambas muertes (y una comida copiosa).
¿Ves la diferencia? Lo que llamamos argumento es la relación causal que une unos hechos del relato a otros.
Sin los motivos por los que cada personaje lleva a cabo sus acciones, la historia no solo carece de lógica, sino de interés.
¿Dónde nace el argumento de una novela?
Cuando eliges contar unos hechos y no otros en una novela, lo haces porque tienes un objetivo. Para cumplir ese objetivo (contar una historia, dejar clara una idea, provocar una emoción determinada) necesitas determinadas herramientas. Una de las más importantes son los personajes.
Y otra de esas herramientas son los motivos que animan las acciones de esos personajes. Los motivos, el argumento, te ayuda a transmitir lo que deseas.
Los motivos por los que suceden los acontecimientos son la base del argumento de tu novela. Todo tiene que responder a ciertas razones o las lectoras te abandonarán a la menor oportunidad.
Afortunadamente para ellos, tus personajes tienen un propósito definido para aparecer en tus historias. Ellos quizá no lo conozcan, pero tú sí debes saber cuál es. Porque ese propósito es el que te ayudará a definir los motivos por los que actúan.
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