Por muy alerta que estés, no lo ves venir. Estás escribiendo, arrebatada por la potencia imparable de la creatividad, inmersa en los avances de tus personajes, loca de alegría con los acontecimientos y los giros de guion y, de repente, llegas a un punto muerto. Te paras, relees, te levantas, te sientas, vuelves a leer pero nada: estás bloqueada. Y no tienes ni la más remota idea de cómo superar ese bloqueo, el bloqueo de escritora.
Cómo superar el bloqueo de escritora
En el momento en el que te golpea el bloqueo creativo, puede parecer imposible escribir una sola palabra más. La buena noticia es que hay unos pocos pasos que puedes seguir para reactivar tu flujo creativo. En el título del artículo pone que son sencillos, pero eso no quiere decir que a todo el mundo le cueste lo mismo ponerse en marcha.
Los bloqueos y sus motivos son personales e intransferibles, así que, por favor, si lo que cuento a continuación se te hace grande, no te frustres. Quizá necesitas otro tipo de dinámicas.
Y ahora, antes de darte esos 5 pasos, vamos a hablar un poco más sobre lo que es el bloqueo de escritora.
¿Qué es el bloqueo de escritora?
Parece obvio, ¿no?: el bloqueo de escritora es la incapacidad de escribir que una escritora padece. Cuando estás en esta situación, puedes sentarte en tu escritorio durante horas, y ni la frase motivadora más inspirada de la creación hará que escribas.
De hecho, se sabe que hay escritoras bloqueadas que han atentado contra tiendas de Mr. Wonderful. bueno, en realidad, no. Pero no sería de extrañar.
¿De dónde viene este bloqueo?
El bloqueo de escritora puede ser el resultado de varios problemas, como la falta de confianza en una misma o la mala planificación. Pero no es cosa de escritoras inexpertas, ni mucho menos. Incluso autoras con varios libros publicados pueden verse afectadas por el maldito bloqueo.
A cualquiera puede pasarle que, en su mente o en su historia suceda algo que le impide progresar en la escritura. Evaluar el problema y recuperar el impulso es la única forma de salvar tu escritura y avanzar en tu libro. Y, en este sentido, lo que necesitas es honestidad. Al final, para valorar lo que te sucede, las excusas no ayudan porque las excusas esconden y lo que se esconde no se puede solucionar.
Así que abramos mucho los ojos y preparémonos para mirar hacia dentro.
Cómo escribir un libro cuando tienes bloqueo de escritora: el plan de 5 pasos
¿Lista para superar tu bloqueo y revitalizar tu escritura? Aquí tienes tu plan de recuperación. Pero, recuerda: esto son consejos generales. Le sirven a todo el mundo, pero no son absolutamente infalibles. Si tú tienes otros, por favor, déjalos en la sección de comentarios. A lo mejor ayudas a alguien a recuperar su pulso creativo.
Paso 1: Da un paso atrás
Algunas profes y mentoras, cuando les hablas del bloqueo de escritora, te animan a seguir adelante pase lo que pase. Reconozco que esta suele ser mi primera respuesta. Yo no añado lo de sentarse a intentarlo cada día a la misma hora porque lo de la disciplina no va conmigo, pero sí suelo aconsejar un poco de cabezonería.
El problema es que este acercamiento funciona para muy pocas personas. Por eso no puede ser la única herramienta de la que dispongamos. Si ponerte cazurra con el bloqueo solo crea más bloqueo, lo que tienes que hacer es parar. Y esta también es mi segunda respuesta.
Pero parar no significa cerrar el documento y pegar la vuelta a lo Pimpinela, sino cerrar el documento, respirar hondo y pensar en los motivos por los que quizá estés bloqueada.
¿Tienes problemas para comenzar un proyecto? Si es así, es posible que necesites un ejercicio de escritura rápido para que las palabras fluyan. Algo divertido y sin pretensiones que te ayude a desatascarte.
¿Tienes una premisa pero no sabes cómo desarrollarla? Dedica algo de tiempo a crear un mapa mental sobre lo que te atrajo de esta historia en primer lugar. Permítete jugar un poco. Explora, de nuevo sin pretensiones, y date permiso para jugar. En este artículo hablábamos de jugar como solución al estrés de escribir.
Y, ¿qué pasa si estás atascada en medio de una historia? En ese caso, puede que el bloqueo venga porque algo en la historia no funciona o no se está portando como tú querías. Puede ser la trama, los personajes, el entorno o una combinación de los tres. Y lo que hay que hacer cuando la historia no funciona, sea por los motivos que sea, es pararse y analizar.
Escribir un libro es como navegar por un laberinto. Ya solo diseñar el viaje de un personaje es una tarea complicada. Pero es que una novela contiene muchos personajes, muchos acontecimientos y varios escenarios. Mapa o brújula, avanzar por ese territorio inexplorado es como encontrar el camino de salida de un laberinto en el que no ves las paredes. Por eso el bloqueo de escritora sucede tan a menudo cuando nos encontramos en callejones sin salida.
Te bloqueas porque te empeñas en seguir golpeándote contra la misma pared una y otra vez en lugar de retroceder y mirar tu novela desde una perspectiva nueva.
Recuerda: El bloqueo es específico, no general. No eres mala escritora, es que te has encontrado con un obstáculo que, en este momento, no eres capaz de resolver. Por eso llevo ya unos párrafos hablando de pararse, dar un paso atrás y obtener una nueva perspectiva.
Paso 2: Libérate
Una de las razones por las que estás bloqueada puede ser una regla imaginaria. Sí, esto pasa mucho más de lo que crees. La historia va bien, pero te has puesto una serie de normas relacionadas con la escritura y no puedes cumplirlas, así que te bloqueas.
Se trata de reglas que no existen más allá de tu cabeza, reglas que te has impuesto porque crees que así debe ser la escritura y, en realidad, para lo único que sirven es para asfixiarte. Algunas reglas imaginarias que solemos ponernos son:
Fechas límite poco realistas que nos imponemos porque sí. El típico plazo absurdo: si no termino una novela este año ya nunca seré escritora.
Expectativas poco realistas, como la de escribir un primer borrador que tenga la profundidad y la estructura de El Gran Gatsby (que, por cierto, Fitzgerald tuvo que reescribir.
Reglas limitadoras para la historia que nos parecen súper creativas antes de empezar a escribir, como: la historia tiene que suceder en una habitación, estar narrada en primera persona y todos los personajes deben morir.
Tendemos a poner estas reglas por motivos de lo más peregrino, como lograr un tipo de grandeza literaria nunca vista o alcanzar un objetivo que nos parece importantísimo y que lo único que hace es añadir presión extra a algo que debería ser placentero.
Y lo malo no es que nos obliguemos a trabajar bajo una presión totalmente innecesaria (aunque eso ya es bastante lamentable), sino que cuando no reaccionamos bien a esa presión, caemos bajo el peso de un espantoso sentimiento de fracaso y nos rendimos. Ahí es donde llega el bloqueo de escritora.
Tienes que liberarte de estas reglas imaginarias. Libérate de la esclavitud del perfeccionismo.
Para ello, identifica la regla imaginaria que has creado y que te tiene prisionera y reescríbela. Si las obligaciones te han atrapado, lo que va a liberarte son los permisos. Si tenías que terminar la novela en un plazo determinado, pulveriza ese plazo. Si el problema era el escenario, date permiso para usar más de uno.
Haz lo que sea necesario para liberarte de esta falsa esclavitud y volver a crear con libertad.
Paso 3: Desconecta
Para recuperarte completamente de la frustración de tu bloqueo de escritora, es posible que necesites un descanso. Descansar es bueno. Siempre.
Desconecta del mundo de la escritura y disfruta de las cosas que alimentan tu cuerpo y tu espíritu. Reconozco que yo con esto tengo un problema personal porque, desde que soy escritora profesional y profe de escritura, para mí todo es trabajo. Sin embargo, he buscado (y encontrado) una afición que me obliga a trabajar con las manos más que con la cabeza y eso me ayuda a olvidarme de mis historias y mis clases.
Jugar con los gatos y pasear también son buenas opciones.
Cuando desconectas, te ayudas a darte cuenta de que eres una persona completa que puede existir sin hacer caso a esas normas de las que hablábamos un poco más arriba.
Cuando desconectas te permites redefinirte a ti misma como escritora.
De hecho, el paso dos y el tres suelen ir de la mano porque puede que, si no desconectas, nos seas capaz de separarte de las reglas imaginarias que te habías autoimpuesto.
Aunque hace un momento decía que descansar siempre está bien, eso no quiere decir que debas descansar para siempre. Ponle un límite al tiempo que pasarás sin escribir. A veces basta un par de días, a veces es una semana. A veces es más.
Los permisos funcionan si están bien diseñados y nos los tomamos en serio. Date permiso para no escribir y no escribas. Cuando se acabe ese paréntesis, te será más fácil retomar la escritura. Entre otras cosas, porque darte permisos elimina la culpa.
Paso 4: Elabora una estrategia
Cuando termine tu desconexión, es hora de volver al trabajo. Pero si regresas a la rutina de golpear tu cabeza contra la misma pared del laberinto, no habrás solucionado gran cosa.
Para evitarlo, planifica. Y no me refiero a que planifiques tu historia si no quieres (aunque tengo un curso de escaleta maravilloso que te ayudaría), sino a que diseñes una estrategia que te ayude a enfrentarte a tu novela de manera más efectiva. Donde efectiva significa sin bloqueos.
Seguramente hay partes de tu novela que no te suponen ningún problema, ¿verdad? Piensa en lo que está sucediendo en esas secciones y quizá encuentres una ruta alternativa para volver a escribir.
Te dejo cinco formas para seguir escribiendo estratégicamente un libro cuando tienes bloqueo de escritora:
Comienza una escena desde un momento y/o lugar diferente.
Permite que un personaje fracase durante una escena. Aunque deba tener éxito. Prueba a ver qué pasa.
Agrega un tercer personaje a una escena en la que solo había dos.
Mueve la escena a un nuevo lugar dentro de tu trama, solo para ver qué pasa.
Crea la escena desde el punto de vista de un personaje diferente.
No te engañaré, es muy probable que todas estas alternativas fallen, que no se sostengan dentro de tu historia. Pero ¿qué más da? Al menos estás escribiendo y escribir es la mejor manera de luchar contra el bloqueo. Tu cabeza es una fuente inagotable de ideas y, una vez que las primeras fallen, encontrarás otras que probar. Al final, escribir es un largo proceso de ensayo y error.
Así que no te desanimes si la primera idea no funciona, incluso los escritores famosos tienen que comenzar de nuevo a veces. Repito que Fitzgerald tuvo que reescribir El Gran Gatsby y ahora esa obra se estudia como una de las grandes novelas americanas.
Al final, cuando hablamos de elaborar una estrategia, nos referimos a la historia, pero también a tu relación con ella. Porque escribir no es un proceso lineal en el que siempre avanzas al mismo ritmo. Se parece más a subir un puerto de montaña plagado de curvas en un autobús con problemas de agarre en los neumáticos.
Paso 5: Vuelve a escribir
El último paso para superar el bloqueo de escritora al escribir un libro es volver a escribir.
Te caíste de la bici, te hiciste una herida en la barbilla y tuvieron que darte puntos, pero eso no va a detenerte. En mi caso al menos no lo hizo. Mi padre me había comprado una bici demasiado grande para mí y yo estaba aprendiendo a montar cuando decidí frenar con el freno delantero. La vuelta de campana fue espectacular y los puntos en la barbilla muy reales. Dejé un estupendo reguero de sangre de camino a casa pero al día siguiente estaba de nuevo sobre la bici.
Y para nuestro alivio, escribir no provoca heridas. Así que, a lo que vamos: te has alejado de la escritura un tiempo y te has liberado de las cadenas que te habías autoimpuesto. Te has tomado un descanso, has jugado con tus personajes y ahora tienes un montón de ideas.
Por lo tanto, solo te queda hacer una cosa: escribir.
Puede, no obstante, que esa única cosa te de un poco de miedo. O mucho miedo.
A lo mejor te ayuda ponerte un temporizador de cinco minutos. Romper el bloqueo no significa escribir dos horas seguidas. Con que escribas unos pocos minutos ya habrás roto la dinámica de no hacerlo. Y lo mejor es que, cuantas más veces pases por estos 5 pasos, más eficiente serás a la hora de romper bloqueos.
Porque, aunque no lo hayamos dicho hasta ahora, lo cierto es que el bloqueo tiende a volver con fuerza, como las malas hierbas. Pero si estableces un método para lidiar con él, cada vez se vuelve menos paralizante. Y eso significa que cada vez es menos un bloqueo y más un problema común del proceso creativo.
Ejercicio anti bloqueo de escritora
Muchas veces, como decíamos más arriba, el bloqueo viene de no saber cómo solucionar una escena o cómo salir de determinado punto de la trama. Como si a nuestra cabeza no le diera para encontrar una solución alternativa a algo que, para empezar, se le ha ocurrido a ella.
Para demostrarle a tu cerebro que eres tú la que manda, haz lo siguiente:
Encuentra una escena o una historia que ya hayas escrito.
Léela.
Tómate quince minutos para escribirla otra vez, pero con un cambio importante. ¿Qué puedes cambiar? Intenta una de estas posibilidades:
Comienza en un tiempo o lugar diferente.
Cambia el punto de vista.
Haz que el personaje tenga éxito o falle (lo contrario a lo que pase en el texto que ya escribiste).
Felicidades: has reescrito una escena y la has transformado en otra cosa, lo que quiere decir que eres capaz de hacerlo.
A lo mejor ahora ya puedes enfrentarte a esa otra escena, la que te da problemas, con un ánimo un poco más optimista. ¿Cómo lo ves?
¿Tienes alguna otra técnica para vencer al bloqueo de escritora? ¡Cuéntanosla en los comentarios!
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