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Cómo mejorar la creatividad si eres una escritora

Antes de nada, una aclaración: las técnicas, trucos y ejercicios para mejorar la creatividad que aparecen en este artículo han salido directamente de este otro de Psicología y Mente. Es una web que visito a menudo y que te recomiendo, sobre todo, para la creación de personajes.


Mi aportación es simplificar, explicar y adaptar todas esas pautas a la vida de las escritoras estresadas. Porque, honestamente, no estamos nosotras para dedicar horas y horas de tiempo a descubrir qué demonios significa pensar fuera de la caja.


Si quieres sentirte más creativa, aprovechar mejor el tiempo que le dedicas a escribir o simplemente jugar un rato sin comprometerte con un proyecto concreto, para que no se te oxiden las neuronas de escribir, este es tu artículo.


10 acciones para mejorar la creatividad sin perder el tiempo (ni los nervios)


1. Dale vueltas a la cabeza. Todas las que puedas.


De pensar e imaginar se nutren las obras de todas las escritoras del mundo. Lo que no se suele decir es que no hace falta vestirse de gala ni encerrarse en una habitación durante horas para hacerlo.


En mi curso Cómo ser escritora en 5 minutos (al día), explico que el momento de pasar el aspirador es básico en mi proceso creativo porque lo aprovecho para escuchar lo que he escrito el día anterior.


Puedes utilizar las tareas domésticas para pensar a imaginar historias, juegos, o cómo sería esa conversación que te habría gustado tener con la señora que se cruzó contigo aquella vez y te dio un golpe con su paraguas. Algunos de mis mejores diálogos los he escrito a partir de estas fabulaciones.


2. Ve más allá de la tradición


Lo habitual, la tradición y la costumbre existen por algo, pero tampoco pasa nada por ignorarlas de vez en cuando.


Para mejorar la creatividad, un ejercicio muy práctico es hacer las cosas de manera diferente. Uno de mis pasatiempos favoritos cuando vivía en Madrid era hacer diferentes combinaciones de transporte público para ir a trabajar cada mañana. A veces había que madrugar más, pero tenía sus ventajas. Por ejemplo, que veía lugares nuevos, personas distintas… Y todo lo que es nuevo ayuda a tu cerebro a activarse.


En este sentido, cuestionar tus propias costumbres también es buena idea. Por ejemplo, yo siempre había tendido la ropa de una manera determinada. Hasta que Instagram me enseñó a aprovechar el espacio de otra manera. El cambio fue mínimo, pero la satisfacción enorme. Y, lo mejor, a partir de ahí me atreví a incorporar pequeños cambios en lo que escribo.


3. Potencia la curiosidad


Puede que la curiosidad matara al gato, pero seguro que mientras vivió fue más feliz. Es verdad que, si eres una escritora estresada, no tendrás mucho tiempo para la investigación. Afortunadamente, también es probable que una de tus vías de escape sean las redes sociales. Y no hay nada más propicio para fomentar y satisfacer la curiosidad que:

  • Las tendencias o los trending topics

  • Las noticias falsas

  • La publicidad engañosa

  • Los titulares clic bait

Yo hago clic en todas las cosas que me llaman la atención y descubro elementos de lo más variopinto. La mayoría no valen la pena, pero casi siempre encuentro algún hilo maravillosamente estrambótico del que tirar.


Piensa que una fake new bien pulida puede convertirse en una buena premisa para una obra de ficción.


4. ¡Juega!


Eres una escritora estresada que quiere mejorar su creatividad. ¿Cómo vas a perder el tiempo jugando? Bueno, aquí podemos mencionar dos cosas:


La primera es que liberar la mente del trabajo extra que supone escribir no es una pérdida de tiempo, es necesario para no sucumbir al estrés.


La segunda, es que hay juegos que te ayudan a terminar más trabajo en menos tiempo.


Verás, yo detesto cocinar. No me gusta nada. Como tengo que comer tres veces al día y no puedo pagar a una chef, lo que hago es inventarme un personaje. No siempre es el mismo. A veces juego con Alicia la madre de familia que tiene que cocinar con poco dinero. Otras veces soy Alicia la supereficiente y me pongo límites de tiempo y tareas extra, como terminar de fregar antes de que esté el sofrito… O me invento historias sobre la ancianita a la que alimentaré con mi maravillosa sopa de tomate.


A veces soy Cenicienta cuando limpio, pero mi hada madrina nunca me trae un vestido. Suele aparecer con armas de destrucción masiva o medios de transporte que me permiten huir.


Si tengo muy mal día y no quiero hacer nada, me obligo a bailar. Esto mejora el estado de ánimo y los estados de ánimo positivos mejoran la creatividad por sí mismos.


5. Plantea hipótesis y soluciónalas de maneras imposibles


Esta es una de mis pautas favoritas para mejorar la creatividad. Todas sabemos que para pelar bien unos tomates, primero hay que escaldarlos, ¿verdad? Pues imagina que tienes que pelar unos tomates y no hay agua alrededor. Ni cuchillos. ¿Cómo lo harías?


  • Con telequinesia. Primero tendría que encontrar a un profesional de esto, para lo cual tendría que ir a la sección de anuncios clasificados, donde no habría personas con esa capacidad, pero sí escuelas que ayudan a desarrollarla.

  • Persuadiría a los tomates de que me hicieran un striptease.

Y hasta aquí llega mi creatividad en este momento, pero tú puedes dejarme en comentarios tu forma de pelar un tomate sin cuchillos y sin escaldarlo.


6. Lee mucho y sin juzgar


Siempre cuento que mi novela, Las balsas de Noa, nació en un resquicio de un relato de China Mieville.


Leer es la mejor manera de acercarse a centenares de ideas con las que de otro modo no nos cruzaríamos. Personalmente, trato de leer de todo. Cuando llevo mucho tiempo encerrada en un género que me gusta, hago el esfuerzo de cambiar de autores o de estilos para no estancarme. Así no solo mejora mi creatividad, sino que enriquezco mi arsenal de recursos literarios.


7. Confía en tu intuición


Nos enseñan a desconfiar de las primeras impresiones y de los juicios apresurados. Y no digo que eso sea malo de por sí, pero la verdad es que tenemos muy olvidada a nuestra intuición. Y, como dicen en otro artículo de Psicología y Mente: «La intuición y la observación a menudo pueden llevar a detectar patrones que se repiten en la vida diaria. Algunas de estos principios cotidianos más conocidos son las famosas Leyes de Murphy. A pesar de que no existe evidencia científica de estas leyes, parece que la frecuencia con la que ocurren las avala».


Hacer caso a la intuición en términos de imaginación puede ayudarte a mejorar tu creatividad. Si descubres esos patrones, puedes jugar a evitarlos. Por ejemplo.


8. Arriésgate (sin pasarte)


Si eres una escritora estresada y tienes la sensación de que has escrito como doce veces la misma idea, intenta hacer algo un poco rompedor. Por ejemplo, puedes escribir un diálogo entre tu personaje y tú. Pregúntale por qué se parece tanto a aquel otro personaje, o por qué se empeña en hacer algo que te va fatal. Amenázalo con hacerle algo que odiará.


Y no te cortes a la hora de responderte en su nombre. Deja que tu personaje te amenace a ti también con tus peores miedos. Quizá quiera desaparecer, o no volver a hablar nunca, o revivir una escena en bucle.


No puedo aventurar cuál será el resultado de todo esto, pero sé que te divertirás y puede que de paso rompas algún bloqueo. Desde luego, lo más probable es que conozcas a tu personaje un poco más, que encuentres su voz y que eso te permita seguir adelante con lo que estabas haciendo.


9. Haz brainstormings a menudo, sin filtros


No se trata de que tengas que detener tu vida para mejorar tu creatividad. Los brainstorming o lluvias de ideas parecen algo muy complejo que necesita una gran mesa, un montón de cartulinas de colores y una persona razonable que mantenga el registro de todo lo que haces.


Para tu tranquilidad, te diré que nada de eso es necesario. Te vale con el bloc de notas del móvil y un viaje en autobús o en metro (o encerrarte un ratito en el baño). Con esas dos herramientas, deja que tu cabeza suelte todo lo que se le ocurra.


Esto no solo mejora tu creatividad, sino que te sirve para aligerar carga mental. Si no sabes sobre qué hacer la lluvia de ideas, escoge algo que no te preocupe en absoluto. Porque quizá si optas por eso que te está estresando termines más bloqueada. En este caso, te remito al punto de los tomates y el striptease.


10. Mira a tu alrededor y analiza lo que ves


Si eres escritora, seguro que tienes alma de cotilla. O al menos un poquito de alma de cotilla. Así que la próxima vez que salgas a la calle fíjate en las personas con las que te cruces. Míralas atentamente y registra los pequeños detalles. Con discreción, eso sí. ¿Llevan algo que te llame la atención? ¿Qué expresión mostraban? ¿Por qué podrías ser? ¿Qué llevan en el carrito de la compra? ¿Por qué? ¿Para quién?


Y el 11 es gratis: rodéate de personas tan escritoras y tan estresadas como tú. Ellas te entenderán, te ayudarán y te servirán de apoyo en tus juegos y tus hipótesis alocadas.


Si no tienes un grupo de personas apasionadas por la escritura cerca, te recomiendo La Escribeteca. Un gimnasio de escritura en el que nos reunimos, jugamos a escribir y cada semana tenemos un disparador nuevo con el que probar y divertirnos.

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