¡Hola, querida sirena escritora!
Si eres nueva y no sabes por qué nos llamamos sirenas, no tienes más que preguntar.
Hoy es el primer día de abril y lanzamos pues nuestro cuarto reto mensual del año. El primero y el segundo han ido genial. Puedes echar un vistazo a lo que hicieron tus compañeras en este enlace.
Como en meses pasados, puedes participar en modo fácil o en modo difícil. Los puntos en juego son los mismos (lo explico más abajo), así que el modo en el que participes dependerá de cómo te sientas a la hora de enfrentarte al reto.
Pero vamos a empezar por el principio:
¿Qué son los retos mensuales?
Se trata de propuestas de trabajo que se lanzan a primeros de mes, todos los meses. Las reglas son muy simples: solo hay que escribir un relato con principio, nudo y desenlace y que cumpla con las normas que aparecen en cada reto.
La extensión máxima es de 1000 palabras.
También hay que comprometerse a comentar, de manera razonable y razonada, al menos dos de los trabajos de las compañeras.
¿Por qué hay un sistema de puntos?
Mi experiencia como profesora, mentora, coach y como escritora me ha enseñado que el trabajo bien hecho no siempre es una recompensa lo bastante atractiva. Sobre todo, cuando hablamos de algo como la escritura, que solemos ver más como afición que como profesión.
Esto lleva a que empecemos el año con mucho ímpetu, pero también a que abandonemos nuestros proyectos más pronto que tarde. Para mantener la motivación estable, he diseñado un sistema de puntos y recompensas asociadas a las diferentes actividades de La Escribeteca, que son de lectura y de escritura.
Los retos mensuales te dan la posibilidad de ganar tres puntos: uno por participar y dos por comentar los trabajos de las compañeras.
Como hay retos lectores y retos escritores, los premios también se dividen en categorías. Cada trimestre podrás recibir (dependiendo de tu participación):
Un diploma acreditativo de los logros conseguidos.
Una chapa de lectora voraz
Una chapa de escritora constante
Insignias acreditativas que se verán en tu perfil de La Escribeteca
Y, a final de año, si participas en el 75% de los retos o más, recibirás tu taza oficial de escritora galardonada (o tu tote bag si lo prefieres).
¿Cómo funcionan los retos mensuales?
Escribe una historia con principio, nudo, desenlace y que se ajuste a los requisitos que verás más abajo.
Cuélgala como comentario a este post en cualquier momento hasta el 23 de abril de 2022 a las 23:59.
Permanece atenta a los comentarios a tu relato, porque en ellos te asignaré dos textos que comentar.
Comenta esos textos antes del 30 de abril de 2022 a las 23:59. La manera de hacerlo es reaccionando al comentario en el que están colgados. Como en esta captura de pantalla.
Aquí, el de Sara es un comentario, mientras que el de AmyRa es una reacción.
Por supuesto, aunque yo solo te asignaré dos textos, puedes comentar tantos como quieras.
Si no comentas los dos relatos asignados, tendrás una penalización de dos meses sin poder participar en el reto mensual.
Reto de febrero 2022: planificando
En modo fácil
Es muy sencillo: todo lo que tienes que hacer es escribir una historia de 1000 palabras en la que le plentees a tu protagonista tres dificultades. Cada una debe ser más difícil de superar que la anterior y la historia debe contener principio, nudo y desenlace.
En modo difícil
El reto cambia un poco.
Quienes habéis trabajado el modo difícil durante los primeros meses del año, habéis recibido un correo con lo que hay que trabajar este mes, que es la planificación de la primera mitad del segundo acto. Algunos tenéis palabras extra asignadas y otros no.
Así que en realidad el reto tiene dos partes: trabajar los primeros tres capítulos de vuestra historia y planificar los tres siguientes.
Para ayudaros con la teoría os dejo estos apuntes sobre la primera mitad del segundo acto:
Primera parte del segundo acto
La primera mitad del segundo acto es ese territorio desconocido para tu protagonista donde las cosas le suceden sin que sea capaz de hacer nada más que reaccionar ante ellas.
Imagina que tu personaje principal es una hechicera que necesita recitar un hechizo para convertirse en la mujer más poderosa de la tierra. La has presentado practicando y tus lectoras saben que lo que más desea es ese poder. Pero en el primer punto de giro le dan un golpe en la cabeza y pierde la memoria. No toda, solo una parte.todavía quiere ser poderosa, pero ha olvidado cómo conseguirlo.
El conflicto está ahí, aunque ella no lo controla: carece de poder y quiere conseguir ese poder. Intenta docenas de estrategias, pero nunca alcanza sus deseos porque no sabe lo que tiene que hacer.
En la mayor parte de las narraciones, lo que sucede será más complejo que esto, pero la dinámica será la misma: las protagonistas, durante la primera parte del segundo acto, intentan lo imposible para conseguir lo que desean y fracasan estrepitosamente.
¿Qué encontramos en esta primera parte del segundo acto?
Protagonistas que no llevan la iniciativa, sino que reaccionan.
Intentan recuperar el equilibrio en su mundo trastocado o entender el mundo nuevo al que han ido a parar.
Habrá un punto de inflexión en el que la antagonista aparecerá para recordar con quién debe vérselas la protagonista.
La primera parte del segundo acto comienza tras el primer punto de giro y termina en el punto medio. En ese momento la novela volverá a cambiar de dirección.
Es el momento de dar herramientas a tus personajes
Cuando presentaste el detonante, ya le dabas una mínima pista a tu protagonista de lo que debía hacer para completar su arco positivo. Pues bien, aquí le das una segunda pista, en esta ocasión un poco más contundente. Aunque todavía muy frágil y poco significativa. En muchas ocasiones la segunda pista aparece como información que ofrece un mentor, o como consejo. Además, tu protagonista tendrá que adquirir algún tipo de habilidad evidente para superar las pruebas que aparecerán en el futuro.
Si tu personaje principal está lastrada por un gran espejismo que le oculta la verdad que la hará libre, deberá tener acceso a pequeños fragmentos de verdad que la ayuden a combatir, en el clímax, a ese gran espejismo. Porque solo venciéndose a sí misma tu protagonista podrá completar su arco narrativo. Esa victoria interna se convertirá, además, en una victoria externa.
En Todas las hadas del reino, Laura Gallego nos presenta a un hada madrina que trata de ayudar a sus ahijados según las reglas tradicionales. Una de esas reglas es que las personas de diferente clase no pueden casarse. Así que ella hace todo lo posible para que el chico pobre renuncie al amor de la princesa. Por supuesto, todo le sale mal y ella no entiende nada. ¿Por qué sus esfuerzos no son recompensados? Porque hay una verdad que debe aprender: que el amor es más importante que las convenciones sociales.
Pero hay mucho más en esta novela tan larga. Por ejemplo, que el hada debe aprender a cuidar también de sí misma y no agotarse cuidando de los demás.
La protagonista debe superar algunas pruebas y otras no
En Frozen , Elsa sale de su confinamiento en el primer punto de giro y desde ese momento solo puede reaccionar a lo que sucede: se quita los guantes con miedo en la coronación, no baila en la fiesta, es rígida y, cuando Ana le pide permiso para casarse con Hans, se lo niega. Pero antes de eso ha tenido un pequeño momento de placer al poder hablar con su hermana otra vez. De todas maneras, la negativa de Elsa lleva a un enfrentamiento entre las dos en el que Ana le quita un guante. Asustada por lo que pueda pasar y herida por las palabras de su hermana pequeña, que no sabe que el aislamiento tiene como fin último protegerla, Elsa lanza un dardo de hielo.
A partir de aquí, Elsa deja Arendelle, el reino queda congelado y la reina se construye su propio palacio para vivir en soledad. Su poder para hacer magia cuando quiera, sin miedo de herir a nadie porque está sola, es el vistazo que Elsa le da a cómo sería su vida sin miedo. Pero el miedo sigue ahí y por eso se aísla, pierde su reino y la fidelidad de sus súbditos, que ahora la temen. Se acerca a lo que quiere (estar sola) a costa de lo que necesita (vivir rodeada de amor y sin miedo).
Esta primera parte del segundo acto es un lugar perfecto para explorar la personalidad de tu personaje, mostrar hasta qué punto desea lo que desea y cuán cegado está. ¡Aprovéchala!
El punto medio
Hasta este momento tu protagonista ha luchado, aunque no lo supiera, contra el espejismo que la mantiene en la oscuridad. De hecho, todavía está convencida de que ese espejismo es la verdad según la que debe regir sus actos, pero durante la primera mitad del primer acto ha cambiado paulatinamiente. Sin saberlo, claro. Y esa transformación sutil la ha preparado para el gran cambio que se avecina. Un cambio que hará que tu protagonista quiera evitar los efectos del espejismo, aunque no el espejismo mismo.
Además y, sobre todo, tu personaje no solo tiene una revelación, sino que cambia su manera de estar en la historia. Ya no reacciona, sino que actúa. Si conoces cuál será el punto medio de tu novela antes de empezar a escribir, puedes usarlo como elemento central de tu mapa.
Me gusta decir que este es el segundo punto de giro de la historia porque es la segunda vez que las cosas se dan la vuelta de manera dramática. El primer punto de giro es una cuestión de trama, de estructura, que tiene un efecto devastador en la protagonista Y el punto medio es una revelación tan grande, que tiene el mismo efecto.
Hasta este momento, tu protagonista ha entrado en contacto con la verdad que necesita saber de manera esporádica, con cuentagotas. En el punto medio llega el momento en el que acepta esa verdad.
El problema es que, a pesar de todo, no termina de comprometerse con ella. Tenemos pues a una protagonista que está entre la espada del espejismo y la pared de la verdad.
Por cierto, es importante que la revelación del punto medio no aparezca de la nada, sino que sea algo que hayas construido durante las páginas anteriores.
En Canción de Navidad, el punto medio se encuentra en la visita del segundo fantasma, el de las Navidades Presentes. Para ese momento, las resistencias de Scrooge ya han sido vencidas y el hombre ni siquiera se atreve a mirar al espíritu a los ojos. Durante la primera mitad del segundo acto, el espejismo de que el dinero es lo más importante ha pasado por un serio cuestionamiento y Scrooge se plantea si de verdad le queda algo que aprender para convertirse en un buen hombre. Y en el punto medio incluso dice «He aprendido una lección que ahora estoy procesando». Todavía no está listo para abrazar la verdad, pero sí que le ha mordido el fondillo de los pantalones. Tanto es así, que hasta le dice al espíritu que, por favor, si tiene algo que enseñarle, le permita aprenderlo.
En Lo que el viento se llevó, el fin de la guerra marca la mitad del libro. Ashley vuelve a casa, pero Escarlata se da cuenta de que no es un hombre fuerte y resolutivo en el que pueda confiar y descansar y no tiene más remedio que sacarse las castañas del fuego a sí misma cuando el recaudador de impuestos amenaza con expropiar Tara.
Usa toda esta teoría para diseñar tres obstáculos que:
Tengan que ver con quién es tu protagonista, la misión que debe cumplir y lo que realmente quiere en la vida.
Sean un poco más complicados de superar cada vez.
El último debe volver a cambiar el curso de la historia.
Directrices para comentar
Tenemos correctoras profesionales en el grupo y también escritoras con alguna trayectoria, pero que eso no te asuste. No se trata de hacer un comentario de texto profesional, sino de dar tu opinión sobre el trabajo de tus compañeras.
¿Y qué puedes comentar? Pues, sobre todo, si el relato sigue las instrucciones del reto, si contiene todos los elementos que se piden. Pero también otro tipo de cuestiones:
Puedes hacer un pequeño resumen de lo que has entendido. Así tu compañera sabrá si ha conseguido lo que se proponía.
Invierte algo de tiempo en señalar lo que más te gusta y lo que menos y, si puedes, da los motivos. Este feedback es para ayudar a los demás.
No temas repetir lo que otras compañeras hayan dicho y no creas que tu opinión es menos válida que otras. Cuando vas a una librería a comprar un libro tienes los mismos derechos que las demás lectoras, que son dos: a disfrutar de la lectura y a expresar tu opinión sea esta positiva o negativa.
Si el relato asignado no te ha gustado nada, procura decirlo con respeto. A ninguna nos gusta que nos echen sal en las heridas.
Si ves incorrecciones gramaticales o errores de puntuación, puedes señalarlos. Es bueno que las autoras sean conscientes de estos detalles que interrumpen la lectura.
A veces es difícil comentar un relato ajeno, pero haz el esfuerzo de dar a tus compañeras lo mismo que te gustaría recibir de ellas. A todas nos encanta que nos hablen de nuestro trabajo. Haz eso por los demás para que el intercambio del reto sea justo.
Y eso es todo. ¡Empieza a escribir!
Hablaremos de todo esto en el encuentro del 1 de abril. En este enlace a las 18:00 hora pennsular.