Por lo general, en este blog hablo de escritura de ficción. De hecho, uno de mis artículos más populares tiene que ver con la estructura en tres actos. Pero hay mucho más que ficción en este oficio. Como escritoras, tenemos un abanico de géneros muy amplios a nuestra disposición y uno de ellos es el ensayo. Si no es la primera vez que pasas por aquí, sabrás que prefiero hablar de lo que conozco, por eso he tardado tanto tiempo en tocar este tema. Sin embargo, durante el proceso de escritura de “Madre mía”, aprendí mucho sobre cómo abordar este género y quiero compartirlo contigo. Si alguna vez te has preguntado cómo se escribe un ensayo o si simplemente tienes curiosidad por aprender, estás en el lugar adecuado. Acompáñame en este paseo a través de los secretos que he descubierto en mi viaje ensayístico.
Qué es un ensayo
Un ensayo es un tipo de texto en el que la autora presenta su punto de vista, argumenta una posición o analiza un tema de manera persuasiva y reflexiva.
Y solo con esa pequeña descripción ya puedes hacerte una idea de que existen multitud de tipos de ensayos. Por ejemplo, estos:
Ensayo argumentativo
La autora presenta un argumento claro y convincente sobre un tema específico. El objetivo es persuadir a la lectora de que la posición de la autora es la correcta. Por ejemplo, un ensayo argumentativo sobre el cambio climático que contuviera pruebas científicas y argumentos para convencer a las lectoras de la gravedad del problema y la necesidad de tomar medidas al respecto.
"La ética protestante y el espíritu del capitalismo" de Max Weber se clasificaría como un ensayo de investigación y argumentativo. Weber realiza una investigación exhaustiva sobre la relación entre la ética religiosa protestante y el desarrollo del capitalismo, y presenta un argumento sólido basado en evidencia empírica.
Ensayo persuasivo
También persigue convencer a la lectora, pero tiende a ser más emocional en su enfoque. Apela a las emociones y los valores de la lectora para influir en su perspectiva. Por ejemplo, un ensayo persuasivo sobre la conveniencia de adoptar animales y no comprarlos podría basarse en una serie de historias de rescate con final feliz.
"Una habitación propia" de Virginia Woolf también podemos considerarlo persuasivo, ya que Woolf presenta sus argumentos sobre la necesidad de la independencia económica y creativa de las mujeres en la literatura. Su objetivo es persuadir a la audiencia de la importancia de proporcionar a las mujeres los recursos necesarios para poder desarrollar una actividad de manera independiente.
Ensayo expositivo
La autora presenta información de manera objetiva y clara para informar a la lectora sobre un tema en particular. No se busca persuadir ni argumentar, sino proporcionar datos y hechos. Por ejemplo, un ensayo expositivo sobre el ciclo menstrual explicaría el proceso de manera detallada sin un posicionamiento parcial.
Ensayo narrativo
La autora cuenta una historia personal o una serie de eventos. El objetivo es transmitir una lección o una idea a través de la narración. Por ejemplo, un ensayo narrativo podría relatar una experiencia de un viaje y cómo dicha experiencia cambió la perspectiva de la autora sobre la vida. "Hambre", de Roxanne Gay entra en este tipo de ensayo.
Ensayo comparativo
Contrasta dos o más temas, ideas o conceptos para resaltar similitudes y diferencias. Por ejemplo, entre dos teorías filosóficas, como "El existencialismo es un humanismo", de Jean-Paul Sartre en el que compara el existencialismo con otras corrientes filosóficas y argumenta en favor del primero.
Ensayo de causa y efecto
Este tipo de ensayo se enfoca en identificar y analizar las relaciones de causa y efecto entre eventos, acciones o fenómenos. Por ejemplo, un ensayo de causa y efecto podría examinar cómo el consumo de tabaco causa enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Karl Marx y Friedrich Engels escribieron el "Manifiesto Comunista" en 1848, que podría considerarse un ensayo de causa y efecto en el sentido de que analiza cómo las condiciones sociales y económicas (causas) conducen a cambios políticos y sociales específicos (efectos).
Ensayo de investigación
Este tipo de ensayos requiere una investigación exhaustiva sobre un tema y la presentación de hallazgos respaldados por evidencias sólidas. Estos ensayos suelen incluir citas y referencias. Por ejemplo, un ensayo de investigación sobre la inteligencia artificial podría analizar el estado actual de esta tecnología y sus implicaciones futuras.
"El origen de las especies", de Charles Darwin es un ejemplo clásico de un ensayo de investigación en el campo de la biología. En este libro, Darwin presenta su teoría de la evolución por selección natural respaldada por evidencias científicas.
¡Madre mía! como ejemplo de ensayo
“¡Madre mía!” es un diálogo íntimo y reflexivo que invita a las lectoras a cuestionar y reconsiderar las representaciones de las madres en la literatura y el cine. Este ensayo surge de mi necesidad de explorar y entender cómo estas representaciones han moldeado nuestras percepciones y relaciones con las figuras maternas.
Se trata de un ensayo de investigación, aunque no exhaustivo, expositivo y argumentativo. Lo que nos lleva a la conclusión de que para escribir un ensayo no hace falta ceñirse estrictamente a un único modo de hacerlo.
La odisea de escribir un ensayo
Escribir un ensayo es una odisea de descubrimiento y reflexión. La selección del tema es el primer paso crucial en este viaje. Igual que en ficción, cuando escoges un tema para escribir un ensayo, debes estar segura de que te interesa lo suficiente. Si te lanzas de cabeza a por la primera idea que se te presente, te hartarás de ella muy pronto y es probable que abandones el trabajo.
De hecho, este tipo de frustración y abandono son más habituales al escribir no ficción que al escribir ficción. Y el motivo es que la carga de investigación y el tiempo de trabajo se multiplican al escribir ensayo.
¿Por qué ¡Madre mía! y las madres en la ficción?
Como cuento en el podcast de esta semana, el motivo para escoger el tema del tratamiento que las madres reciben en la ficción es absolutamente personal. Si sigues este blog desde hace algún tiempo, sabrás que en mi obra de ficción (novelas, relatos, novelas cortas, etc) las relaciones familiares y en concreto las relaciones madre-hija son una constante absoluta.
Desde que recuerdo, mi relación con mi madre fue siempre muy complicada. Había muchas razones para que fuera así, pero de ellas no me di cuenta hasta mucho tiempo después de empezar a ir a terapia. Antes, yo miraba la relación como con visión de tunel y le echaba la culpa de todo a ella.
A raiz de mi terapia descubrí que era cierto que mi madre era responsable de mucho de lo que había ido mal en la relación, pero yo también. Y, además, había una tercera parte en discordia: las ideas preconcebidas sobre cómo debe ser una madre.
Prejuicios que la ficción refuerza y que están tan vigentes que llevan a cadenas de televisión a prácticamente criminalizar a las madres reales cuando ponen de manifiesto la dureza de la maternidad.
Como me gusta mucho leer, y como me gusta mucho ver series y películas, un buen día me enciontré a mí misma tomando notas sobre esto. Tantas notas, que no me quedó más remdio que empezar a organizarlas, porque empezaban a tener forma de libro ya por sí mismas.
Aunque no te dejes engañar por esta frase, porque de la nota al libro hay mucho, pero que mucho trecho.
Por ejemplo, cuando empecé con esto se me ocurrió unir mi faceta de profesora de escritura con el tema del ensayo y estructurarlo de acuerdo con las doce etapas del viaje del héroe, pero eso no fue tan maravilloso como parecía dentro de mi cabeza. Así que, a pesar de que los capítulos sí que reflejan hasta cierto punto esos pasos, tuve que ser mucho más flexible.
Y es que la flexibilidad es clave cuando se trata de escribir un ensayo porque cuanto más sepas del tema del que quieres escribir, más complejo te va a resultar todo.
La dificultad más grande al escribir ensayo
Esto tiene mucho que ver con lo que te decía más arriba.
Cuando empezamos a escribir sobre un tema que nos interesa, en mi caso los guiones sociales que la ficción refuerza y que dan forma a lo que pensamos de las madres, tenemos algunos conocimientos previos sobre el tema.
La cuestión es que cuanto más investigamos, más conscientes somos de lo mucho que nos queda por saber y más queremos amplíar el tema del ensayo porque nos damos cuenta de que con lo que íbamos a decir no es suficiente.
En mi caso, en cuanto rasqué un poco, comprendí que existen un montón de cuestiones tangenciales (y no tan tangenciales) relacionadas con la representación de las madres en la ficción: desde el hecho de que la arqueología comenzó siendo eminentemente masculina, hasta la realidad de que la ficción mainstream es la forma de arte menos revolucionaria que existe.
Cuanto más sabía, cuantos más hilos de los que tirar veía, más ganas me daban de escribir no un ensayo, sino una saga de ellos.
De hecho, pasé el primer año de trabajo intentando converitr la selva amazónica de datos en la que me había metido en un bonsai. Y quise tirar la toalla muchas veces.
La solución a este síndrome de Diógenes informativo es regresar a los básicos. Yo tuve que anotar en un post it algunas frases clave para que no se me fuera la olla.
Porque cuando eres escritora, profe de escritura, licenciada en derecho y poco más, pero decides meterte en la camisa de once varas de escribir un ensayo sobre un tema sobre el que creías que no había nada, pero resulta que hay mucho y muy bueno, las posibilidades de perder la cabeza son infinitas.
Así que me agarré a la humildad y me dije:
Alicia, tú tienes la necesidad de reconciliarte con la idea que te habías hecho de lo que debía ser una madre perfecta.
Además, conoces a muchas hijas con el mismo problema y a muchas madres que se sienten asfixiadas por lo mucho que se espera de ellas.
Escribe sobre eso y céntrate en las fuentes que te pillan cerca o no habrá manera de comerse el elefante.
Y eso es lo que hice y lo que te recomiendo que hagas.
Todos los temas son infinitos, así que si queremos escribir un ensayo, tenemos que acotar.
Y debemos recordarnos que acotar no es un atajo, sino una decisión sabia y práctica que nos permite trabajar.
Pasos para escribir un ensayo
1 Busca un tema que te interese lo suficiente
Al seleccionar un tema, busca algo que te apasione y te motive a explorar más. Si el tema te interesa de verdad, el proceso de escritura será más agradable y enriquecedor. y el resultado final, también.
Por qué: tu pasión se reflejará en tu escritura y las lectoras podrán sentir tu interés y entusiasmo.
Qué ocurrirá si no lo haces: el proceso de escritura se convertirá en una tarea demasiado difícil y tu falta de interés, además, se hará evidente en tu texto. No hya nada peor que un texto perezoso.
2 Investiga
Realiza una investigación profunda y que abarque fuentes diversas. Así obtendrás una visión más completa y equilibrada del tema.
Por qué: una investigación exhaustiva te proporcionará una comprensión más profunda y te permitirá abordar el tema desde diferentes ángulos. A lo mejor tu idea inicial no se ajustaba demasiado a la realidad.
Qué ocurrirá si no lo haces: tu ensayo podría carecer de profundidad y perspectiva. Al final todo se reduce a que la pereza en la investigación puede dar lugar a un resultado poco interesante.
Qué puedes esperar: un ensayo bien investigado será más rico, más informativo y más persuasivo. Aunque es importante que no te olvides del punto tres.
3 Para a tiempo
Te lo decía más arribaa: investigar no es que sea necesario, es imprescindible. Sin embargo, debes parar antes de que se te haga bola y no sepas qué hacer con la información. ¿Y cuándo es "a tiempo"? Ojalá tuviera una respuesta para esto. En realidad se trata de poner en juego la intuición. Diría que cuando veas que se te va de las manos el volumen de información habrá llegado el momento de intentar el paso cuatro.
4 Estructura, pero se flexible
Crea un esquema detallado antes de empezar a escribir. Esto te ayudará a organizar tus ideas y construir un argumento coherente y fluido.
Por qué: un esquema claro te proporcionará una hoja de ruta para desarrollar tus ideas de manera lógica y coherente. Y te permitirá ver si lo que estás pensando tiene sentido o no.
Qué ocurrirá si no lo haces: podrías perder el hilo de tus ideas y tu ensayo podría carecer de fluidez y coherencia.
Qué puedes esperar: un ensayo bien organizado facilitará la comprensión de las lectoras y reforzará tus argumentos.
La estructura de un ensayo es su columna vertebral. Darle forma es una manera de guiar a la lectora a través del viaje que has diseñado para ella.
La flexibilidad por otra parte, te permite hacer mofificaciones en esa estructura cuando las ramificaciones del tema lo requieran.
5 Se clara y coherente
Mantén tus argumentos claros y coherentes. Usa transiciones suaves entre párrafos y asegúrate de que cada sección fluya de manera lógica. Un poco como si fueras periodista: un párrafo, una idea. O te perderás tú y perderás a tus lectoras.
Por qué: la claridad y la coherencia son fundamentales para la comprensión y la persuasión.
Qué ocurrirá si no lo haces: las lectoras podrían perderse en argumentos confusos y contradictorios. Y, ya sabes, dejar la lectura, que es precisamente lo que no deseamos.
Qué puedes esperar: un ensayo claro y coherente es más fácil de leer, independientemente de su contenido. Y una tiende a recomendar las cosas que son satisfactorias y que no nos agotan.
6 Revisa
Dedica tiempo a revisar y pulir tu ensayo. La revisión es crucial para refinar tus argumentos y pulir tu estilo de escritura. Y también para encontrar esos puntos que al principio te parecían tan claros y que de repente relees y no comprendes. Te prometo que me pasó.
Por qué: la revisión te permite perfeccionar tu ensayo y corregir errores y omisiones.
Qué ocurrirá si no lo haces: esos errores y las imprecisiones pueden socavar la credibilidad de tu ensayo y la tura en cuanto autora.
Qué puedes esperar: un ensayo bien revisado será más preciso, más pulido y más efectivo.
7 Conecta
Busca conectar con tus lectoras a nivel emocional. Invítalas a reflexionar y cuestionar sus propias experiencias y percepciones.
Por qué: la conexión emocional puede hacer que tu ensayo resuene más profundamente con las lectoras. Cuando las cosas resuenan, se disparan las emociones y los afectos. Conectar es el camino más sencillo al éxito.
Qué ocurrirá si no lo haces: podrías perder la oportunidad de impactar y remover algo dentro de tus lectoras, lo que quizá era uno de tus objetivos cuando empezaste a escribir el ensayo.
Qué puedes esperar: un ensayo que conecta emocionalmente puede inspirar a las lectoras a reflexionar y actuar. Y a lo mejor las lleva a otras obras que hayas escrito.
8 Sé honesta
Se dice a todas horas y es por algo. Durante la redacción de "¡Madre mía!" uno de mis mayores problemas fue no impostar la voz. Yo no soy investigadora, no soy académica y no espero que quienes lean el libro lo sean.
Sin embargo, los ensayos que más disfruto sí están escritos con ese tipo de autoridad institucional. Así que me costó mucho encontrar la humildad de rebajar el tono para que se me viese a mí detrás de lo que digo. Y esto es importante, porque lo que hay en este ensayo y lo que debería haber en la mayoría de ellos, es una visión personal.
No se puede ofrecer una visión personal sin ser honesta.
"¡Madre mía!" quiere dar una perspectiva sobre las representaciones de la maternidad en la ficción y pretende invitar a la reflexión sobre nuestras relaciones y expectativas.
Nada más.
Y nada menos.
Cuando tú sepas qué quieres decir en tu obra de no ficción, te será mucho más fácil escribirla.
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